Nadie está totalmente equivocado y nadie tiene toda la verdad. Es cierto que Europa ha ido de polizón aprovechándose de la política de defensa de USA. El no gastar lo suficiente en defensa para garantizar la propia soberanía le ha permitido financiar un estado del bienestar que posteriormente las políticas woke-globalistas - con su fomento de la inmigración ilegal y su financiación de arco iris y unicornios - han destruido. Ahora Europa tiene multitud de inmigrantes que generan toda una serie de problemas, incluidos los de seguridad, y toda una serie de programas sociales en bancarrota además de una completa falta de seguridad - interior y exterior - con una sociedad destruida, con tasas de natalidad insuficientes, sin oportunidades y ahogada en burocracia ineficiente y parasitaria.
Todo ese gasto improductivo no se justifica económicamente pero si políticamente, ya que la demografía es un arma política y de ingeniería social y además, dicho gasto en chiringuitos ideológicos e inmigración, permite la creación de redes clientelares viviendo del presupuesto público. Esto a su vez permite al partido en el poder perpetuarse de forma tóxica, parasitaria y extractiva, en el que el parásito consume y destruye a su "hospedante".
Por su parte Estados Unidos, mucho más dinámica que Europa, sufre de una inmigración ilegal incentivada y masiva, al tiempo que la epidemia del fentanilo y otras drogas están destruyendo a grandes segmentos de la población norteamericana.
Ya hemos hablado de la subversión ideológica, de como Sun Tzu fue el primero que la formulo en su libro "El arte de la guerra" hace más de 2.500 años. Pero la subversión ideológica no puede ser impuesta. La subversión solo puede tener éxito cuando el iniciador, el actor o el agente de la subversión, tiene un objetivo que responde positivamente a ella. Por tanto no se trata tanto de crear división o debilidades sino aprovechar y fomentar las ya existentes. O dicho de otro modo, no se gobierna por las virtudes de los gobernantes sino a través de los defectos de los gobernados. Por eso interesa un pueblo débil y emocional, ignorante y sin sentido critico, presa de sus propias pasiones y comportamientos autodestructivos que lo llevan a la autoderrota.
En los dos anteriores artículos hemos visto como Europa y Occidente en general han perdido su poder blando y parte de su poder duro al haber caído victima de la subversión ideológica del marxismo cultural woke postmoderno y ya no ser ejemplo de nada, ni de sociedad prospera ni de valores. Una postmodernidad woke que ha hecho una subversión de valores a través de la mitificación de la víctima y de la moral del esclavo, algo que antiguamente hacia la Iglesia Católica. Un instrumento de dominación que ante la pérdida de credibilidad de la Iglesia se necesitaba fabricar culturalmente algo que lo sustituyera, es decir lo woke o el virus progresista.
Por otra parte del abuso de la deuda para financiar machangadas por parte de los gobiernos en Europa y Estados Unidos ha creado vulnerabilidades importantes, al tiempo que ha reducido el margen de maniobra. De ahí la necesidad de racionalizar el gasto y reducir el despilfarro.
El intento de Trump y del partido Republicano de sacar a USA de esta espiral económica y cultural negativa, a través de la recuperación de valores conservadores, está dando lugar a un nuevo marco de Relaciones Internacionales en la que el unilateralismo basado en las instituciones y reglas surgidas tras la Segunda Guerra Mundial parece desaparecer rápidamente.
Solo entendiendo esto se entiende el discurso del vicepresidente Vance en Munich y el acercamiento de Trump a Putín. El enemigo es interno más que externo. La administración Trump no ve a Europa como un aliado sino como un enfermo, como el último refugio de las, vamos a llamarlas, élites globalistas y de la ideología woke. De hecho tras ser excluidas de la financiación de USAIDS multitud de esas ONGs y redes clientelares "globalistas" fueron rápidamente a Bruselas a pedir financiación.
El forzar a los países europeos a incrementar el gasto en defensa reduce la posibilidad de que esas "redes woke-globalistas" reciban financiación ya que las montañas de deuda no aconsejan elevar el gasto, por lo que habrá que restructurarlo. Dicho de otro modo, USA no ve a Europa como un enemigo, pero si como el lugar donde sus enemigos ideológicos pueden reagruparse y sobrevivir. De ahí también que busque a Putin como aliado para "salvar a la cristiandad" y a "occidente".
Entendiendo el mundo en Trump 2.0 - (VII)
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