¿Qué piensa un europeo o un español de un canario?


Si tu le preguntas a un canario él es europeo y español, tan español como uno de Cuenca. Al fin y al cabo tiene derecho al voto. Él no es una colonia. Él vive en una comunidad autónoma ultraperiférica europea, y tan feliz que se queda. Incluso se ofende si le dices que es africano. Pero quizás deberíamos preguntarnos ¿Y como ve un español a un canario? ¿Y como ve un europeo a un canario? ¿Lo ve como un igual?¿Lo ve como un europeo?

Habiendo vivido muchos años en Alemania y en Suiza, dudo mucho que vean a un español como a un europeo, como a un igual. Las declaraciones de políticos holandeses o alemanes pidiendo que no se preste mas dinero a España que se lo gastan en drogas y en putas creo que es bastante ilustrativo de como consideran a los españoles. Básicamente europeos de segunda o de tercera categoría. Así que ver al canario como a un europeo de primera, como que va a ser que no. Aunque también hay que decir que a los canarios no nos ven exactamente como españoles, lo cual es de agradecer.

Entre los colonos europeos que viven en Canarias tenemos variedad de planteamientos. Desde "un canario no entra en mi casa si no es a limpiar", pasando por el italiano que en petit comité nos llama "mono di mierda" o el francés y otros europeos que dicen que el canario es ingenuo pero feliz. Eso en el mejor de los casos, porque la mayoría lo que piensan es que estamos para servirles o para no molestarlos en sus vacaciones.

El europeo afincado aquí piensa del canario como un ser que ni siente ni padece, como si no existiera, que ellos no se van a preocupar de las cosas del servicio. Imbéciles sin opinión y sin carácter para cambiar las cosas. No saben hacer las cosas bien, piensa el alemán. "Untermensch", subhumano, que es lo mismo que piensa el godo. El británico ve un pueblo ignorante de esclavos, que soportan la esclavitud contaminados por la cultura española, y que  todavía no saben lo que es la libertad. 

Para los turistas somos el servicio. Estamos para servirles cafés, hacer las camas y rodas hamacas. Y si no nos dejamos ver demasiado mucho mejor. Salvajes que todavía no han aprendido a confederarse, a organizarse, a colaborar para defender lo suyo y que se venden barato. Si los canarios se dejan avasallar y son tan imbéciles problema de ellos, que aprendan. A lo mejor es que son masoquistas y les gusta, o que no les da la neurona.

Recuerdo que cuando publiqué mi primer libro "Canarias con Futuro: un enfoque moderno desde el sentido común, la coherencia y el realismo económico, político y social" hablé con el padre de un amigo. Este señor era norteamericano pero casado con una canaria, con hijos canarios y llevaba más de 40 años viviendo en Canarias. Recuerdo exactamente lo que me dijo,.. "¡¡¡menos mal, por fin un canario que entiende como funcionan las cosas!!!". Así que hazte una idea.

Los sudamericanos en general piensan que  el canario es "flojito, muy flojito" palabras textuales de una colombiana. Ellos vinieron a hacer dinero y buscarse la vida en los trabajos más comunes y ahí el canario es competencia flojita a la que tratan de desplazar pero sin hacer mucho ruido, que ya aprendieron a comportarse bajo el yugo de los españoles en América. Por eso son colaboradores, atentos y serviciales hasta que tocan algo de poder entonces son déspotas y explotadores. Es la moral del pordiosero propia de la cultura hispana.

El africano reconoce inmediatamente nuestra condición de colonizados. Para él es demasiado familiar. Lo vivió o lo vio en sus padres y en sus abuelos.

La opinión que generalmente el español tiene del canario ya la expresó Unamuno cuando estuvo por aquí desterrado; "hombres sin honor y mujeres sin pudor". El español, en general, piensa que el canario es un mantenido, un tipo vulgar y sin clase, un aprovechado que paga pocos impuestos, que vive feliz, inmaduro, alguien al que tienen que mantener y que tenemos que darles las gracias por ser "europeos" gracias a ellos. No tienen conciencia de que esto es una colonia y piensan que aquí todo son libertades, porque de lo contrario seria reconocer a España como opresor. Y es que el colonialismo necesita producir un cierto relato para justificarse. 

Pero el problema no es que ese relato se lo crean los españoles, el problema es que se lo creen los canarios. La realidad es que España corta las alas y saquea a Canarias, pero lo han maquillado tan bien que la gente ni se da cuenta...es alucinante...y además ni lo ven ni lo quieren ver, y así nos va, perdidos y sin encontrar la salida. Y los que proponen la salida, despistados como cucas y con un entendimiento muy pobre de como funcionan las cosas que generalmente proponen salir de Guatemala para entrar en Guatapeor. Y así se tiran piedras sobre su propio tejado.

Por su parte el godo que vive aquí generalmente piensa del canario como "monitos", "moros con corbata", gente baja y gandules mantenidos que necesitan de su liderazgo, etc... él es hombre de acción y el nativo un aplatanado.

Si, es cierto, algún español te dirá que el ama a Canarias. Pero lo que tienes que preguntarte es si lo que ama realmente es la idea imperial de España, de una España dueña de Canarias, o de los beneficios que le reporta a él la actitud de los "nativos". Cuando el español dice que ama a Canarias en realidad lo que está diciendo es que ama una idea de España en la que Canarias es un apéndice. 

Detrás de la supuesta empatía lo que hay es conveniencia. Lo que él ama es sentirse superior, verse como un conquistador y un cristianizador de paganos y no como un genocida y un aprovechado. La Leyenda Rosa de la Hispanidad se inventó precisamente para eso. Y así cuando halaga la naturaleza de las islas, está halagando el paisaje conquistado y no a sus habitantes. "que bonitos son vuestros paisajes, que suerte vivir aquí". Vivir aquí como colonizador es una suerte, como colonizado no tanto. Lo que pasa es que el canario confunde el halago al paisaje con el halago a su persona, y no es así.

En definitiva, si un europeo ve a un español como un europeo de segunda, el español ve al canario como un español de tercera, a medio camino entre un panchito y un andaluz. Esa es la realidad, por tanto el canario siempre será un infragodo y un infraeuropeo, por mucho que se empeñe y desee ser asimilado. Entre otras cosas porque si tú no te respetas, no esperes que otros te respeten. Buscar la asimilación es, precisamente, no respetarte. Es convertirte en una caricatura de lo que no eres renunciando a la dignidad de lo que eres o lo que puedes llegar a ser,... Aunque esa dignidad hay que buscarla en nuestro pasado y no en nuestro presente, pero eso es otro tema.

Tanto el español como el europeo no nos tienen en mucha estima. Porque  que estima puedes tener por un pueblo ignorante, degradado y sin honor que no solo se cree sino que defiende las mentiras que le cuentan sus amos. Un pueblo sin dignidad que defiende y se aferra a sus cadenas. 

Lo que subyace en la actitud del foráneo es un desprecio profundo, una falta de respeto. La humillación y la negación del otro al que se le pone en duda su capacidad de obrar y su integridad moral. Se le mira con cierta condescendencia y un cierto sentimiento de superioridad.

Tanto el español como el europeo piensan que somos los culpables de que las cosas vayan mal en Canarias. Y en parte tienen razón, pero solo en parte.  Al fin y al cabo el canario quiere ser dueño de algo pero no acepta la responsabilidad de serlo y se aferra a sus cadenas. El canario lo que quiere es ser rescatado y no asume su responsabilidad. Eso es una invitación a la dependencia y el abuso de alguien que no se respeta a sí mismo. ¿Por qué otros habrían de asumirla la responsabilidad por él sin aprovecharse, sin explotarlo? Así no funciona el mundo. Como dijo el escritor Víctor Ramirez, Canarias no es solo un pueblo ignorante sino ignorantado. Pero de esto hablaremos más en la tercera parte de este artículo. 

La pasividad del canario en defender lo suyo no es distinta de la de otros pueblos colonizados. El que le pase carros y carretones al foráneo pero que sea mezquino con otro canario también, al fin y al cabo el no ser menos que el paisano es el ultimo refugio de la autoestima, pero también con lo que cava su propia tumba y mantiene los barrotes de la opresión. Como dijo también Víctor Ramirez, el canario no odia a quien lo castró sino a quien no se deja castrar. 

Y es cierto que los políticos canarios son unos mediocres en el mejor de los casos, cuando no unos completos inútiles. Y es cierto que la burguesía empresarial es una infraburguesía o una lumpen burguesía sin ambición. Pero no hay nada nuevo bajo el sol. Todas esas actitudes ya las estudió el sociólogo francés-tunecino de origen judío Albert Memmi en su obra Relato del Colonizador y del Colonizado publicada en 1957.

Y es que la psicología, los cuadros sociológicos y psicológicos de las sociedades colonizadas son siempre los mismos, son universales. Da igual que se trate de Canarias, la Indochina o la Argelia francesa. Los cuadros son siempre los mismos y el relato que la potencia dominante necesita imponer es siempre muy parecido. Y es que la naturaleza humana cambia muy poco. Por eso el relato que España usa en Canarias, tanto con respecto a los guanches como a los canarios actuales, es el mismo relato colonial y las mismas justificaciones y estereotipos que usaron los franceses en el norte de Africa, como veremos más adelante.

Y es que el canario está convencido de que vive una realidad única y especial, de que es la excepción en el mundo mundial, cuando no es así... en realidad si realidad es bastante común y compartida con pueblos colonizados.

Faltaría el colono progre, humanista, que siente simpatía hacia el "nativo" e incluso trata de integrarse. Pero ese perfil también lo estudio Albert Memmi y no cambia para nada las conclusiones. Lo mismo que la mayor "simpatía" de hacia las mujeres nativas que hacia los hombres que tratan de sustituir, o al menos llevárselas a la cama. 

La psicología del progre francés en Túnez es la misma que la del progre español en Canarias. La psicología del italiano emigrado a Túnez o Argelia es la misma que la que tienen en Canarias. La psicología del hindú o del chino en Canarias es parecida a la del judío en Argelia. Nada nuevo bajo el sol, también lo explica Memmi..., 

Faltaría también las actitudes del propio canario, que son básicamente dos, el que busca la asimilación y el que la rechaza. Pero eso también está en el libro de Memmi.

Aunque el canario se crea un ser especial y una realidad única y singular en el mundo mundial por su geografía e historia, simplemente no lo es. Lo que es es un majadero. El canario es sujeto de algo que ocurrido muchas veces en la historia de la humanidad y que está más que estudiado, pero que él sigue negando, que todos lo ven menos él. Sigue negando ser colonia, y si uno no acepta que está enfermo difícilmente va a poder curarse o encontrar la solución. Si el diagnostico es equivocado la solución también.  

Canarias es una sociedad estancada. Seguimos teniendo las mismas discusiones que hace 20,30 o 40 años porque no se quiere aceptar la realidad. Las soluciones se saben de sobra. La ley de residencia ya la pedía el Frepic Awañak en los años 80. El cambio de Región Ultraperiférica a País y Territorio de Ultramar ya se puso sobre la mesa hace más de dos décadas.

Ese es el problema con la moral de esclavos, que cree que el enfermo y el que tiene que cambiar es el otro, reclama que el amo se convierta en un amo bueno, cuando en realidad es el esclavo el que tiene que liberarse... y así, la moral de esclavos perpetua la esclavitud. Y ese es el problema del wokeismo en Canarias, que alimenta la moral de esclavos y el victimismo simplón. Es como darle azúcar a un diabético o heroína a un toxicómano. 

Se suele decir que si ladra como un perro, se mueve como un perro y come como un perro lo más seguro es que sea un perro, menos en Canarias que nos empeñamos en que es un gato autonómico ultraperiférico,… 

Cuando no queremos aceptar algo torcemos la realidad, complicamos las cosas innecesariamente y en el proceso confundimos el diagnostico y perdemos la solución. Algo así le pasa al canario que quiere seguir negando que Canarias sea una colonia. Y es que cuando aceptas la verdad incomoda de que Canarias es una colonia todo cobra sentido, todo se simplifica, todo es más fácil...

Canarias tiene todos los cuadros psicológicos y sociológicos propios de las sociedades coloniales como cualquiera que haya leído a Albert Memmi podrá comprobar. Canarias también tiene todas las características de las economías coloniales, pero eso lo veremos en el segundo articulo de esta serie Además el relato y el imaginario que se hace de Canarias, incluso a día de hoy, es similar al que hicieron los franceses en el norte de África y otra potencias coloniales en otros sitios como veremos en el ultimo articulo de esta serie. 



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