Fletando el Barco Canario: Economía, Política y Cultura


La charla en el Centro de la Cultura Popular Canaria comenzó con una advertencia: no iba a ser complaciente. Porque hablar de la economía, la política y la cultura de Canarias exige desmontar mitos, asumir responsabilidades y mirar más allá del victimismo. No se trataba de repetir tópicos sobre soberanía alimentaria o energías renovables, sino de enfrentar las raíces profundas del estancamiento canario.

El diagnóstico fue contundente: Canarias es una sociedad estancada, gobernada por instituciones extractivas y presa de una mentalidad victimista y colonizada. Si Canarias no funciona para los canarios no es por error o por accidente, sino por diseño. La clave está en entender que el desarrollo económico no dependen del tamaño del territorio, ni de la geografía, ni del clima, sino en cómo se organizan sus instituciones económicas, políticas y culturales.

Mi objetivo fue romper con mentalidades obsoletas, usando la metáfora de "fletar un barco" para explicar cómo debemos preparar nuestras instituciones económicas, políticas y culturales para aprovechar oportunidades globales. 

Un sociedad obsesionada equivocadamente con el miedo al ¿de qué vamos a vivir? cuando las preguntas que se debería hacer es; ¿Por qué estamos viviendo mal? y ¿Qué hay que cambiar para vivir bien?

Hay que cuestionar la visión limitada de los canarios obsesionados con monocultivos como turismo, plátanos, tomates, soberanía alimentaria o energías renovables mientras ignoran la revolución tecnológica y las oportunidades en África y en el mundo. Citando a Domingo Hernández Peña, la sociedad canaria tiene falta de ambición, piensa en "chinijo", prefiriendo "servir cafés a europeos" en lugar de integrarse en el mundo. Esto es fruto de un colonialismo invisible (Galeano), una percepción equivocada de nuestra realidad que nos convence de nuestra impotencia y de nuestra dependencia.

1. Instituciones inclusivas vs. extractivas

Apoyándose en Daron Acemoglu y ejemplos históricos, la conferencia explicó que el desarrollo no depende de los recursos naturales, ni del tamaño, ni de la geografia sino de la calidad de las instituciones.

Las sociedades que progresan son las que crean instituciones inclusivas, abiertas a la participación, la competencia y la innovación. Las instituciones inclusivas distribuyen poder y oportunidades permitiendo la competencia, la innovación, las finanzas accesibles, la libertades comerciales, permitiendo el progreso.

Las sociedades que se estancan y se hunden son las que mantienen estructuras extractivas, que concentran el poder político y económico, bloquean la movilidad social y perpetúan la dependencia.
Canarias, hoy, pertenece a este último grupo. 

Canarias tiene instituciones económicas y políticas extractivas, esa es la verdadera causa del estancamiento (renta estancada desde hace 30 años, pobreza en 1/4 de la población, 40% de niños en riesgo). No hay capitalismo real, sino colonialismo extractivo. Las finanzas (incluidas criptomonedas) son clave para inclusión, pero en el REF canario se penalizan.

El colonialismo no es sino un caso particular de sociedad extractiva sin soberanía y dependiente de otra nación. Las sociedades extractivas (colonialismo, comunismo, fascismo) concentran el poder en las élites, extrayendo riqueza y destruyendo la competencia. 

2. El barco mal fletado

El modelo actual —sostenido por el Régimen Económico y Fiscal, la Ley Electoral y el estatuto autonómico, así como es estatus de Región Ultraperiférica en la UE — genera en Canarias un mercado cautivo que reproduce un esquema colonial donde los beneficios se concentran en manos de unos pocos y las oportunidades están vedadas a la mayoría.

El REF, presentado como “fueros históricos”, en realidad funciona como un instrumento de control y dependencia colonial, diseñado para proteger los intereses de España en Canarias, beneficiando a sus grandes corporaciones. Mientras tanto, el canario medio vive atrapado en una falsa sensación de dependencia y en una economía que no le pertenece.

3. La desglobalización que nos cortó las alas y la falacia del REF.

El Régimen Económico y Fiscal (REF) es una mentira basada en una falacia auto-reversible: "Canarias es pequeña y fragmentada, por lo que debe protegerse (proteccionismo)". Pero podemos coger el mismo enunciado para argumentar lo opuesto "Canarias es pequeña y fragmentada por lo que el mercado interior es insuficiente y debe mirar al mercado exterior", es decir internacionalizarse como con los Puertos Francos. 

Sobre esta falacia reversible está construida todo el edificio ideológico del REF y la percepción que los canarios tienen de su realidad. Esta forma de pensar proteccionista protege a la élite dominante y a los intereses españoles en Canarias mientras castra y perjudica nuestras oportunidades y nuestro desarrollo. 

Históricamente, los Puertos Francos nos integraban en el comercio mundial, pero España nos sacó de él para beneficiarse creando un mercado cautivo que hoy le compra más del 90% de sus importaciones totales. España nos desglobalizó para reconvertirnos en una colonia turística y de mercado cautivo. El REF no son nuestros "fueros históricos", sino un freno al desarrollo, favoreciendo a las multinacionales españolas (controlan el 80% de camas hoteleras hoy, vs. 24% en los 90) y la mayoría de los sectores productivos y los contratos públicos. La inmigración (70% del crecimiento poblacional) no crea riqueza, sino que diluye la renta (del 98% al 78% de la media española), aumentando la pobreza y la desigualdad. Porque la inmigración crece más rápido que la economía. Por tanto no viene a crear riqueza sino a comer de nuestro plato y a desplazarnos.

4. La Ley Electoral como camisa de fuerza y degeneración democrática

Las instituciones políticas sostienen a las económicas que no pueden existir en el vacío. son el casco del barco que sostiene a las velas o al motor. La Ley Electoral Canaria es extractiva: distorsiona votos; fomenta "reinos de taifas" y el caciquismo, impide la renovación democrática con barreras elevadas, bloquea reformas, genera gobiernos débiles e impide que Canarias actúe unida y con una sola voz. 

Está diseñada para dividir y controlar porque impide una visión unificada del archipiélago favoreciendo intereses externos (Madrid). Maquiavelo ya lo advirtió: las colonias se mantienen más por el engaño que por la fuerza. El Estatuto de Autonomía y el estatus RUP (Región Ultraperiférica) perpetúan la dependencia. La dependencia de Canarias  no responde a limitaciones económicas o geográficas sino al diseño político. La Ley Electoral Canaria no obedece a la necesidad de "proteger a las islas menores" sino a la necesidad de asegurar el control español sobre Canarias.

5. La percepción nublinada y el engaño colonial 

Las instituciones culturales legitiman las instituciones políticas. El colonialismo moderno no solo se mantiene por la fuerza, sino por el engaño. Se impone mediante una mentalidad de servidumbre a través del miedo, la culpa y la obligación - los tres pilares de la manipulación psicológica descritos por Chase Hughes.

El resultado es un pueblo que defiende los intereses de sus dominadores y repite narrativas que no son suyas. Maquiavelo y Bolívar ya lo advirtieron: el control más eficaz es el que convence al dominado de que su esclavitud es natural.

Canarias sufre manipulación psicológica que silencia la disidencia y promueve lo "políticamente correcto". Esto nos hace ser  El engaño y la conciencia nublinada o el desconcierto canario - como lo llamarían Manuel Alemán o Hernández Peña respectivamente- mantienen al canario en un estado de zombificación, suspendido en una forma de desarrollo esclerótico y realidad estancada.

El colonialismo busca fracturar la identidad. Nos enseñan a ser solidarios con el "afuera" mientras ignoramos la solidaridad con el de "adentro". Recuperar la visión precolonial y sus valores es clave para sanar. 

6. La solución y la única salida; desarrollar instituciones inclusivas 

Para salir de la situación actual hay que entender donde está la salida real y caminar hacia ella. No vamos a solucionar nada parcheando el sistema actual con medidas operativas, hay cambiar el diseño. Una isla es una barca y una barca es una isla, y con instituciones inclusivas, podemos navegar el océano de oportunidades del siglo XXI. 

Y el cambio empieza en la mente. 

Ley de Residencia: Limitar población para equilibrio ecológico y control de vivienda/suelo.
Estatus PTU y Puertos Francos: Salir de aduanas UE, reglobalizarnos.
Reforma Electoral: Eliminar distorsiones para representación real.
Diversificación Económica: Finanzas, tecnología, comercio internacional como motores de crecimiento
Reforma Universitaria: De universidades de "andar por casa" a centros de excelencia.
Recuperar la Memoria: Vivir valores antiguos (evolución, mérito) para descolonizarnos mentalmente

7. Recordar para renacer

Las instituciones culturales legitiman las instituciones políticas. La historia y la memoria son armas de poder. Por eso se manipulan. Desde las universidades y los medios se impone un relato colonial que niega el genocidio, distorsiona el papel de las élites nativas y separa al pueblo de sus raíces. Un relato que es el mismo que usaron los franceses en el norte de África en el siglo XIX para justificar la colonización.

Pero bajo la niebla, la memoria sigue viva. Recordar quiénes fuimos no es un ejercicio romántico, sino una estrategia de supervivencia y libertad. Como enseñaban los antiguos, no se trata de repetir lo que hacían, sino de buscar lo que ellos buscaban: la verdad interior, la claridad y la acción justa.

Tenemos moral de esclavo, de víctima pasiva, porque olvidamos la moral del guerrero de los antiguos canarios. Porque han querido hacernos olvidar nuestras verdaderas raíces. 

El colonialismo fractura la identidad. Por eso recuperar los valores precoloniales es clave para sanar. Es lo que permite construir nuestra identidad en positivo, afirmando quienes somos, y no negativo, en contraposición al amo o copiándolo renunciando a la dignidad de lo que somos para ser asimilados como una mala copia de lo que no somos,... 

Conclusión

Canarias no necesita más subvenciones ni discursos vacíos. Necesita fletar su barco correctamente: rediseñar sus instituciones para hacerlas inclusivas, reformar su ley electoral, recuperar su identidad y volver a mirar hacia África y el mundo.

Porque una isla, como decía el propio autor, es una barca, y una barca es una isla.

Y solo si aprendemos a navegar con nuestras propias manos dejaremos de servir cafés para empezar a escribir nuestro propio destino.

Si te resuena, comparte y reflexiona. 
¡Gracias por leer!

(Para más detalles, escucha la charla completa aquí, y para más información sobre los valores de los antiguos canarios puedes consultar Los Relatos de Cho Lucio)


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