Romerias del Pino y el Socorro, una peregrinación milenaria

Desde tiempo inmemoral los canarios hemos ido en Septiembre de peregrinación a Teror desde los caminos de Gran Canaria a visitar a la Diosa Madre. Marín de Cubas en su "Historia de la Conquista  de las Siete Islas de Canaria" (1687) describe:
  " serca de allí, está un grandioso pino que tiene de alto desde su raís a pie, hasta la última rama quarenta y dos varas, que hacen duscientos y ocho palmos, i de grueso poco más de doze taladradas a la parte de poniente a las faldas de unas cierras y montañas, el tronco o primer cañón hasta onde se divide en tres gruesos ramos, tiene treinta varas, onde hay ciertas piedras y tierra, i plantados tres árboles dragos, de alto tres varas el más alto y poco menos otro, i el último de dos varas (...) al pie de este árbol, havía un çarsal de onde salían unos manantiales de agua, que recojida en un pozuelo, la llebaban los canarios, para dar de veber a sus enfermos, i otros tullidos..."
El santuario estaba compuesto por un impresionante pino canario -de unos 40 metros de altura y 2 metros de diámetro- en cuya copa existian tres dragos de algo más de 2 metros de altura cada uno. Los dragos encerraban entre sus raíces una piedra con un grabado podomorfo como los que se encuentran en Tindaya y en Tenerife. El lugar estaba asociado a la tumba de un antepasado y al pie del Pino manaba una fuente considerada medicinal por los antiguos canarios, y que se secó poco después de la conquista. Finalmente, el lugar también está asociado por la tradición a la presencia de un espíritu femenino, relacionado con una estrella.


Dibujo de Marín y Cubas en donde se aprecia una de los dragos creciendo a partir del tronco del Pino en el primer nivel de ramas. Ese Drago era el único superviviente de los tres dragos originales. El Pino calló el 3 de Abril de 1684

Los tres dragos encerrando entre sus raíces una piedra con el grabado podomorfo encierra un profundo simbolismo. Un árbol encerrando una piedra entre sus raíces representa la unión simbólica de las dos almas que la tradición norteafricana atribuye a cada persona, y constituye por sí solo el aspecto esencial de numerosos santuarios repartidos por toda la geografía norteafricana. Pero no acabán aquí las similitudes.

En todo el norte de Africa pervive una tradición preislamica en los santuarios de los Morabitos u hombres santos. En su sentido original, el término Morabito designa a un ermitaño, monje guerrero, guia espiritual o, incluso, político-espiritual, considerado en vida como hombre santo y sabio, dotado de "baraka", y reconocido como tal tras su muerte por la religiosidad popular. Por extensión, se aplica el término Morabito a la sencilla vivienda del ermitaño y a la tumba donde se encuentra enterrado.

En el Islam la comunicación entre la persona y la divinidad debe ser directa, y es por ello que la figura del santón o morabito constituye una herejia que se explica por el caracter preislamico de esta tradición. Pero aunque éstas prácticas religiosas están en contradicción con el Islam ortodoxo, lo cierto es que el culto a los santos se encuentra muy extendido por todo Marruecos, siendo una característica esencial de su religiosidad.

Algunos de estos hombres santos fueron fundadores de Zaouias (o cofradías), dedicadas a difundir las enseñanzas religiosas, a través de sus discípulos y descendientes. A las tumbas de los morabitos más importantes, se celebran todos los años los llamados moussems (romerías), en las que los fieles peregrinan hastas los morabitos para recibir su bendición (baraka) y solicitar curaciones, ya que a muchos de ellos se les atribuyen poderes de sanación de enfermedades. Estas peregrinaciones de origen religioso se aprovechan también con fines comerciales, y junto a la tumba del santo, se instala un gran mercado y se realizan festejos varios.

Los santones o Morabito no puede funcionar sin el apoyo de los espíritus, con los que mantienen una conexion especial. A menudo, son espíritus de agua, bosques o montañas. Quizas sea por ello que sus tumbas, a las que se le hace la peregrinación anual, estén simpre asociadas a tres elementos; el agua, la vegetación y un emplazamiento en alto cercano a un pueblo o un caserio. 

Morabito en el Oasis de Aguinane

Alrededor de la tumba del morabito suele existir un pequeño bosque con árboles centenarios o milenarios, un sotobosque y un árbol sagrado. Se asocian tambien a un rio, un pozo o una o varias fuentes. En el predesierto y regiones aridas, el pequeño bosque se sustituye por un solo arból (generalmente argán) o una piedra. Pero la presencia del agua es una constante, bién sea un cauce seco, una fuente o, lo más habitual, un pozo.

Morabito Sidi Abd en Nabi en el lago Iriki

Como vemos el paralelismo de la tradición de la peregrinación anual a las tumbas de los morabitos con Teror es absoluto y muestra su origen absolutamente nativo. Al igual que en el norte de Africa, es la presencia de la tumba - y de la persona enterrada en ella - la que dotaría al árbol y a la fuente de sus propiedades terapéuticas.

En el norte de Africa tanto los habitantes locales como los visitantes acuden, no solo a rendir culto sino para curar sus enfermedades como tos, fiebre, piel o enfermedades mentales. Las fuentes de agua o la misma presencia de agua en cualquiera de sus formas tiene un valor religioso curativo, tanto para hombres como para animales. También en ocasiones se duerme sobre la tumba para obtener preguntas a través de los sueños.

Este tipo de santuarios no se dan únicamente en Gran Canaria. En otras islas han existido pinos santos, el Pino de la Virgen en La Palma o el Pino del Señor en Arafo. Pero quizás el yacimiento más parecido haya sido el del Drago Santo de Chacacharte, en el valle de San Lorenzo en Tenerife. Según las datas existió un Drago Santo cerca de una Fuente Santa. La primera ermita fundada en el Valle de Chacacharte (San Lorenzo) se construyó al lado del Drago Santo, pero dicho drago fue posteriormente talado quizás para minusvalorar su poder religioso y evitar tentaciones "paganas".

Pino de la Virgen en El Paso, La Palma
Además la fecha del 8 de Septiembre para la peregrinación del Pino y del Socorro tampoco es casual. Ya hemos comentado que además de la tumba del antepasado, la tradición asocia la peregrinación a Teror a la presencia de un espíritu femenino, relacionado con una estrella.

Como nos dice Fernando Hernandez Gonzales en su blog Crónicas del Guirre. Al igual que la festividad del 15 de Agosto (La Virgen de Candelaria) está relacionada con el ocaso helíaco a estrella Spica (Alfa Virginis), la más luminosa de la constelación de Virgo, el 8 de septiembre esta relacionado con su orto heliaco, es decir su reaparición en el firmamento.

En Canarias, en torno a esa fecha se celebran diferentes romerias. Por ejemplo la bajada el 7 y la subida el 8 de la Virgen del Socorro en Güimar (Tenerife). Curiosamente al igual que en Güimar, en Teguise duran dos dias las celebraciones marianas, el 7 se celebra la romeria de Nuestra Señora de Guadalupe y el 8 la de Nuestra Señora del Socorro al igual que en Güimar. En Yaiza tambien hay una romeria a Nuestra Señora de los Remedios ese mismo dia.

En realidad la Iglesia católica eligió esas mismas fechas para relacionarla con la Virgen Maria influenciados por la manifiesta costumbre católica de adoptar las antiguas festividades, anteriores al cristianismo, de distintas culturas del Oriente Próximo incorporándolas a su calendario religioso. Por tanto los católicos celebran el 8 de septiembre como el nacimiento de María y el 15 de agosto su la asunción a los cielos.

El caracter de renacimiento de la festividad del 8 de Septiembre que se manifiesta en el sincretismo religioso de los católicos tambien se manifiesta en los ritos y creencias nativas como veremos. Según nos sigue contando Fernando Hernandez en su blog 

En las comarcas al sur de la isla de Tenerife, la tradición oral nos revela que justo después del Beñesmer la aparición de una estrella bastante visible a la que llamaban “Sumsa” la cual determinaba la costumbre de llevar a las cabras en edad fértil a ciertos lugares para darles de beber agua que contenían  ramas de Tilo, rito que se llevaba a cabo, para predisponer a las cabras a ser cubiertas; esta tradición se seguía realizando hasta los años 60 del pasado siglo en el sur de la isla el 8 de septiembre.
Otra costumbre, relacionada con esta misma fecha, nos la dio a conocer Seña María Armas de 95 años vecina del Poris de Abona en una entrevista que le realizamos en 1998. Nos contaba Seña María que en los años 40 del pasado siglo existía la usanza de irse desde que ella tenía memoria, el 8 de septiembre celebración de la Virgen del Poris, las muchachas en edad de “merecer” y que todavía eran mozas a bañarse en una fuente donde había un machango de madera de Tilo que ellas llamaban Chamato. En esta celebración le estaba prohibido a los varones acercarse donde ellas se bañaban y que estos permanecían cientos de metros más abajo bañándose en los charcos que caían desde la fuente. Desgraciadamente nos relataba nuestra entrevistada, el cura del pueblo prohibió estas mañas por atentar contra la moralidad y ser prácticas paganas. 
Es muy plausible que celebraciones como la que nos describía Seña María Armas fueran muy comunes en la isla de Tenerife, en épocas más o menos recientes del pasado siglo. Hay constancia, que en el convento de las concepcionistas-franciscanas del pueblo de Garachico, se venera a una imagen bajo la advocación de Nuestra Señora de La Luz, que según la tradición apareció en el Malpaís de Isora (Guía de Isora) en 1570 y que es igual a otra, ya desaparecida, encontrada en el pueblo de Arico por las mismas fechas. Según nuestras investigaciones, esta imagen es un palo de madera de Tilo de unos 20 cm de longitud, que concuerda con los Chamatos que nos describía Seña María Armas.
Actualmente esta imagen hoy en día, para todo aquel que quiera constatarlo en dicho convento, está adornada con ropajes para borrar su “pasado” como deidad nativa. Evidentemente los procesos evangelizadores llevados a cabo por los frailes franciscanos no solo consistieron en la implantación de imágenes como la de la Virgen de Candelaria en Tenerife o como la de la Virgen del Pino en Gran Canaria, haciendo uso del conocimiento de las divinidades femeninas de su mundo mágico-religioso y de los cultos nativos, sino que también, intento solapar sus festividades a la Virgen María, incluso llegando, como comentamos más arriba, a tratar de caracterizar las representaciones de las deidades femeninas nativas al nuevo culto tras la conquista militar de la isla; aun así habría que preguntarse si en el resto de las islas también se trató de cambiar los cultos y ceremonias antiguas acorde a su Magna Mater o Virgo Coelestis, heredadas de vetustas celebraciones paganas.
Al igual que en la tradición de los Morabitos y en el de la Virgen del Pino, en esta tradición de los Chamatos está presente el elemento agua y el elemento arbol (tilo). Pero hay otro dato que quizas nos ayude a terminar de entender el sentido de las festividades del 8 de Septiembre para los antiguos. En la romeria del Socorro era común que las mujeres hicieran ofrendas de pañuelos con sangre menstrual, hasta que la Iglesia lo prohibiera por práctica "pagana", para pedir quedar embarazadas, así como la antigua tradición de "ir a pedirle novio" a la Virgen del Pino. Quizás esta querencia tenga que ver con el ciclo agricola, ya que los niños engendrados en Septiembre-Octubre naceran en Mayo-Junio con la próxima cosecha.


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