Canarias parece haber sido, durante el transcurso de los siglos, un lugar de deportaciones, una especie de alcatraz para las tribus levantiscas del continente, que usaron diversas potencias. Primero en los tiempos de Egipto en el contexto de las guerras entre Egipto y los libios. Posteriormente con Cartago y con Roma.
Los guanches se apiadaron de ellos y los acogieron, y de entre ellos, habría surgido, según Bethencourt Alfonso, un grupo sacerdotal que denomina babilones, apelativo por el que fueron conocidos también los habitantes de la Isla durante el siglo XIX, aunque la tradición oral guarda mucha más información sobre ese termino que algún día será desvelada. En resumen, los lenguas cortadas fueron una arribada más, de las muchas que posiblemente ocurrieron, de unos viajeros deportados a estas islas por alguna potencia.
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El cronista real Andrés Bernáldez [(ca. 1495) 1993: 510-511]: Fue preguntado a los ancianos de Gran Canaria si tenían alguna memoria de su nacimiento, o de quién los dexó allí, y respondieron:
–Nuestros antepasados nos dixeron, que Dios nos puso e dexó aquí e olvidónos; e dixéronnos, que por la vía de tal parte se nos abriría e mostraría un ojo o luz por donde viésemos.
–Nuestros antepasados nos dixeron, que Dios nos puso e dexó aquí e olvidónos; e dixéronnos, que por la vía de tal parte se nos abriría e mostraría un ojo o luz por donde viésemos.
Las guerras entre el antiguo Egipto y los pueblos libios (Lebu o Rebu) se recoge en diferentes monumentos, tumbas y fuentes egipcias. Las fuentes mencionan a los meshwesh, tehenu, temehu y otras tribus y subgrupos libios. Es muy probable que el delta del Nilo fuera territorio libio y la ocupación del mismo por parte de los Egipcios provenientes originalmente del medio Egipto causase guerras continuas, especialmente a partir de la segunda mitad del IV
milenio a.n.e.
Libios con sus largas túnicas y tatuajes característicos |
Desalojar comunidades hostiles para quebrar su resistencia constituye
una práctica muy antigua, que además podía contribuir a colonizar
territorios potencialmente estratégicos. Las guerras entre Egipcios y Libios, la derrota cartaginesa frente a los griegos en Himera,
hacia el 480 a.n.e., o frente a los romanos en la I Guerra púnica, entre
el 264 y el 241 a.n.e., son algunos de los momentos y situaciones que
introducen un factor muy importante a la hora de explicar
movimientos de población a través de las deportaciones.
A partir de la destrucción de Cartago (146 a.n.e.) y hasta el cambio de Era, Roma tuvo que enfrentar una tenaz resistencia amazighe en sus posesiones norteafricanas. Las deportaciones se hicieron más frecuentes:
Leonardo Torriani recoge la leyenda "Otros dicen que, mientras los africanos eran súbditos de Roma, mataron a los legados romanos; y los romanos, después de castigar a los caudillos de la rebelión, cortaron la lengua a sus seguidores y a las mujeres, y los mandaron a poblar estas islas; de donde resultó, según la opinión de éstos, que los descendientes de estos africanos usaron un lenguaje diferente de todos los demás; y, a pesar de que siguiese pareciéndose mucho más al africano que a cualquier otro, dicen que los hijos que nacieron de padres y madres mudos dieron nombres a las cosas, así como la naturaleza se los inspiraba"
Leonardo Torriani recoge la leyenda "Otros dicen que, mientras los africanos eran súbditos de Roma, mataron a los legados romanos; y los romanos, después de castigar a los caudillos de la rebelión, cortaron la lengua a sus seguidores y a las mujeres, y los mandaron a poblar estas islas; de donde resultó, según la opinión de éstos, que los descendientes de estos africanos usaron un lenguaje diferente de todos los demás; y, a pesar de que siguiese pareciéndose mucho más al africano que a cualquier otro, dicen que los hijos que nacieron de padres y madres mudos dieron nombres a las cosas, así como la naturaleza se los inspiraba"
La crónica Le Canarien dice sobre la Gomera; casta tierra está habitada de mucha gente, que habla el lenguaje mñas extraño de todos los paises de por acá, y hablan con los bezos como si carecieran de lengua, y por aquí
cuentan que un poderoso príncipe mandó exiliarlos en ella a causa de
algún crimen e hizo que les cortaran la lengua, y según su manera de hablar parece creible.
Por su parte Abreu y Galindo nos cuenta; Y, porque el delito cometido no quedase sin castigo, y para escarmiento de los venideros, tomaron todos los que habían sido caudillos principales de la rebelión y cortáronles las cabezas, y otros crueles castigos; y a los demás, que no se les hallaba culpa más que haber seguido el común,...les cortaron las lenguas porque doquiera que aportasen no supiesen referir ni jactarse que en algún tiempo fueron contra el pueblo romano. Y así cortadas las lenguas, hombres y mujeres y hijos los metieron en navíos, con algun proveimiento y pasándolos a estas islas los dejaron con algunas cabras y ovejas para su sustentación; y así quedaron entre gentiles africanos en estas siete islas que se hallaron pobladas.
¿Y que nos dice la tradición oral? Bethecourt Alfonso recoge en su obra que en Tenerife la tradición oral aún mantenía viva la leyenda, por el territorio que constituyó la comarca o menceyato de Adeje, de los deslenguados que arribaron por el puerto de Los Cristianos.
¿Y que nos dice la tradición oral? Bethecourt Alfonso recoge en su obra que en Tenerife la tradición oral aún mantenía viva la leyenda, por el territorio que constituyó la comarca o menceyato de Adeje, de los deslenguados que arribaron por el puerto de Los Cristianos.
La tradición recoge a los deslenguados no como los primitivos pobladores, sino como unos cuantos huéspedes que les metieron a los guanches por la puerta. Cierta mañana descubrieron una nave en demanda del puerto de Los Cristianos, a donde acudieron de rebato para oponerse al desembarco, pero lo que se encontraron no eran hombres de guerra, sino que en medio de grandísimo clamoreo arrojaban a la playa, a empujones y latigazos, a unas cuentas docenas de personas, escuálidas y de aspecto miserable, Cuando los guanches volvieron de su asombro ya el buque se alejaba.
Tan extraños huéspedes ponianse de rodillas con los brazos en cruz como implorando compasión y golpeándose el pecho con las manos. (...) Usaban vestidos talares, sendos rosarios pasando de vez en cuando las cuentas, y varios de ellos que parecían jefes y a los que daban muestra de mucho respeto, llevaban un casquete a la cabeza como mitra de obispo, que en su lengua farfullenta llamaban babilones. Saltaron sucios, desarrapados, mutilados y casi todos con las lenguas cortadas.
Tan extraños huéspedes ponianse de rodillas con los brazos en cruz como implorando compasión y golpeándose el pecho con las manos. (...) Usaban vestidos talares, sendos rosarios pasando de vez en cuando las cuentas, y varios de ellos que parecían jefes y a los que daban muestra de mucho respeto, llevaban un casquete a la cabeza como mitra de obispo, que en su lengua farfullenta llamaban babilones. Saltaron sucios, desarrapados, mutilados y casi todos con las lenguas cortadas.
Los guanches se apiadaron de ellos y los acogieron, y de entre ellos, habría surgido, según Bethencourt Alfonso, un grupo sacerdotal que denomina babilones, apelativo por el que fueron conocidos también los habitantes de la Isla durante el siglo XIX, aunque la tradición oral guarda mucha más información sobre ese termino que algún día será desvelada. En resumen, los lenguas cortadas fueron una arribada más, de las muchas que posiblemente ocurrieron, de unos viajeros deportados a estas islas por alguna potencia.
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