Geopolítica: Evitando la Deflación y a vueltas con China

En una situación como la que nos encontramos el riesgo es entrar en una espiral deflacionista de difícil solución. El Presidente de la Reserva Federal Bernanke es un estudioso de la Gran Depresión. Una de sus conclusiones es que la Reserva Federal contribuyo a la creación de una espiral deflacionista en los años 30 al reducir la oferta de dinero. La deflación desincentivaría el consumo y la inversión produciendo una caída de la demanda agregada que se reforzaría a si misma. Al mismo tiempo una espiral deflacionista incrementaría el coste de las deudas en términos de poder adquisitivo, tanto para el gobierno como para los que tienen hipotecas. Esto es inaceptable tanto desde el punto de vista político como geoestratégico. Contemos pues que la política monetaria de la Reserva Federal será la de evitar la entrada en una espiral deflacionista a toda costa aumentando la oferta monetaria, es decir imprimiendo dinero, inyectando liquidez la sistema a través de Repos y bajando los tipos de interés.

Para llevar a cabo esa política se encuentra con dos problemas fundamentales, el primero como financiar el déficit exterior y el segundo como evitar caer en la trampa de la liquidez. El ajuste solo se puede producir por la divisa, es decir por una caída del dólar. En economías abiertas unos tipos de interés más bajos incentivarían un carry trade como en Japón que teóricamente devaluaría aun más la divisa.

Además el tremendo estimulo a corto plazo podría tener expectativas inflacionistas a largo plazo, recogidas en la parte larga de la curva de tipos de interés. Por ello posiblemente veremos un incremento de la pendiente de la curva de tipos de interés. Una curva de tipos de interés inclinada es además muy positiva para el sector bancario ya que implica un carry positivo. Un incremento de la oferta monetaria combinado con una caída aun mayor del dólar podría provocar un incremento del precio de las materias primas a corto plazo. Todo esto encarecería las importaciones.

En cuanto a la renta variable global, las expectativas de crecimiento mundial no son buenas y las estimaciones de beneficios parecen muy ambiciosas. La gran partida de ajedrez está ahora mismo en el crédito (bonos corporativos, convertibles, etc…) y en las divisas.

Debemos preguntarnos donde esta la rigidez en este mercado. La rigidez esta en el Yuan Chino. Si USA entra en una gran recesión China la seguirá y para quien conozca la realidad China sabrá que su modelo de desarrollo capitalista se inspira en el de Taiwan y en el de Singapur. Además mantener el PEG ante una fuerte devaluacion del dólar le creara tensiones inflacionistas por el previsible aumento del precio de las materias primas, aunque solo sea por el precio del petróleo.

El régimen político y paternalista Chino se sostiene únicamente gracias al proceso de modernización del país y de la mejora de las condiciones económicas de sus habitantes. El régimen Chino podrá sobrevivir a una devaluación de sus reservas, pero no podrá sobrevivir un incremento del desempleo y el cierre masivo de fábricas debido a una contracción internacional de la demanda agregada. China se encuentra también ante un dilema entre revaluar el yuan, arriesgar una recesión que podría suponer su fin político o prestarle aun mas dinero en un “carry trade inverso” a USSA. Para China esta ultima solución es la menos visible y con menor coste politico en el corto plazo.

Paulson ha llamado a otros países, implícitamente a Europa Continental y a UK, a establecer planes similares. Esto sería la madre de todos los incrementos de la oferta monetaria y del déficit exterior. El dinero para financiar todo eso solo puede venir o de la imprenta o vederle bonos a Asia, Oriente Medio y Rusia. Si EU copia el modelo y aplica una politica monetaria expansiva deberia significar tambien una devaluación del Euro frente a las monedas asiaticas y pondría aun mas presión sobre China para que revalue el Yuan y mas presion alcista sobre el precio de las materias primas.

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