El mundo valora la flora canaria más que nosotros

La elitista Universidad de Standford en California, engalanada con palmeras canarias  

La desidia con la que tratamos nuestra tierra y nuestro patrimonio natural y cultural refleja la falta de autoestima de un pueblo que no se valora a sí mismo. Esta desidia se manifiesta en todos los ámbitos; en el abandono de gran parte de los yacimientos, en la falta de conservación de elementos y estructuras etnográficas, en la basura que podemos encontrar tirada en el campo, en la desvaloración desde la educación y los medios de comunicación del acento y el léxico canario, del desconocimiento de nuestra historia. Evidentemente un pueblo que no se valora a si mismo, ni su historia, ni su identidad, es un pueblo al que caciques locales y fuereños pueden pisotear fácilmente.

En el desconocimiento de nuestra historia e identidad, a pesar de llevar gobernados décadas por supuestos nacionalistas, está la prueba de que de "nacionalistas", , más allá de cuatro poses folclóricas de timple y romería, tienen poco o nada. Obras son amores, o como dijo Mao "el gato ha de cazar ratones..." y este lo único que caza son dineros para sus propios bolsillos y desgracia de nuestra tierra. Los resultados hablan por si solos. Ya lo dijeron los griegos hace más de 2.500 años, solo hay dos tipos de gobierno, el que lleva el bien común en el corazón y el que solo busca su propio interés. 

De hecho que la educación nunca haya estado en la lista de prioridades de CC demuestra que no son un partido nacionalista sino simplemente un partido de poder, es decir que busca el poder por el poder.

Pero otro aspecto en el que se manifiesta la desidia del canario con su rico y profundo patrimonio es en nuestro patrimonio botánico, en la jardinería. Ciudades como Sevilla están llenas de palmeras canarias, la "phoenix canariensis", por su elegancia, presencia y cualidades ornamentales. En Andalucía y todo el litoral mediterráneo podemos encontrar Palmeras canarias en plazas y ciudades.  California y Florida están llenas de palmeras canarias, de hecho el mayor bosque de palmeras canarias del mundo está en California. También el sur de Francia y Sidney. En Ecuador, Chile, Argentina, Bolivia y Perú se utiliza como árbol ornamental principalmente en plazas y parques; y se planta en ciudades de clima mediterráneo, e incluso en ciudades de clima templado del sur de Chile, como por ejemplo la ciudad de Valdivia.

La palmera canaria ha conquistado el mundo por su majestuosidad, por su grandeza intrínseca, por ser evocadora de la riqueza y la elegancia de la Costa Azul francesa, donde el glamour de quienes tenían el caviar y el champan como iconos de lujo y de clase se exhibía en jardines y avenidas a la adornadas de palmeras canarias. 

En cambio en Las Palmas de Gran Canaria lo que plantamos son palmeras washingtonianas de abanico que solo sirven de criadero de cucas. Debe ser que alguien vio Miami Vice y se emocionó. Pero no solo las plantamos en parques de la zona baja o en la avenida marítima, el disparate llega a tal extremo de plantarlas en la subida de Tafira, por el Guiniguada, en otras palabras en la zona del hábitat natural de la palmera canaria, imagino que esperando que se asilvestre. Han llegado incluso a plantarlas junto a cuatro palmeras centenarias al pie del risco del San Nicolas, en el margen izquierdo del Guiniguada. Y es que parece que algunos están empeñados en destruir y desvalorizar todo lo que suene a identidad.

Pero el disparate de las palmeras no se para en la washingtonia, sino que ahora introducen otras especies exóticas como la Bismark. Y hablaran del picudo rojo, pero han de saber que el picudo se introdujo en Canarias por importar palmeras de fuera para ahorrarse unas pesetas,... pero el coste de controlar la plaga introducida por la necedad de algunos lo paga el contribuyente y no el necio que tomó la decisión.

Mientras que la elitista universidad de Standford en California, uno de las mejores universidades del mundo tanto en docencia como en investigación - está engalanada con palmeras canarias, aquí la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, construida en medio de un palmeral natural de palmeras canarias, se ha dedicado a plantar toda clase de especies y palmeras exóticas en sus jardines, en lugar de usas las plantas canarias naturales de la zona, y se han dedicado a talar palmeras centenarias.

De hecho la carretera que lleva a la Universidad se llama "Palma Drive" y originalmente estaba ajardinada tanto con palmeras canarias como con palmeras washingtonians, pero decidieron eliminar las whaingtonians y dejar solo las canarias por su belleza.

El pino canario es también muy apreciado, no solo por su valor ornamental, sino para repoblación. Está muy extendido en plantaciones sobre todo en el Norte de África, EEUU (principalmente en varias colinas de California), Chipre, Palestina e Israel, así como en el hemisferio sur: Australia, Chile, y Suráfrica. En cambio aquí, los españoles de Icona se empeñaron a mediados y finales del siglo XX en repoblar con pinos gallegos y otros pinos foráneos como el radiata o el halepensis. 

Incluso en los altos de Agua Garcia en Tacoronte, donde está uno de los bosques de laurisilva más antiguos con los llamados viñatigos centenarios - en donde uno al menos no es centenario sino milenario - podrás ver plantaciones eucaliptos y pinos insignis plantados en época de Franco, posiblemente con la intención de destruir ese reducto donde solo "crecía" flora nativa.

Y es que a pesar de que Canarias es uno de los mayores lugares de biodiversidad del mundo parece que estamos empeñados en no protegerla en el mejor de los casos y en cargárnosla en el peor. Y no son solo las autoridades es la propia tontería e ignorancia de la gente. Así metemos especies exóticas... y por la gilipollez postmoderna de salvar una plantita y plantarla en el campo para que pueda vivir, o de soltar una serpiente o un periquito, tan mono que es, o un gatito ... nos cargamos un ecosistema y multitud de formas de vida. .. y es que vivimos en la época del intelectual idiota, de aquel que entiende la lógica de primer grado, es decir lo evidente, pero que no alcanza a entender la lógica de segundo y tercer grado, es decir, las consecuencias derivadas de sus acciones y las consecuencias de las consecuencias. .. pero como aquí lo que prima es la sensiblería emocional infantil sobre cualquier atisbo de racionalidad, así nos va.

Y es que si nosotros no valoramos nuestro patrimonio botánico, el resto del mundo si. El tagasaste  canario, posiblemente la mejor planta forrajera que existe ocupa grandes extensiones en Australia (y tu importando piensos... simplón). La faya canaria, también forrajera y propia de la laurisilva seca, se usa para hacer setos en muchos lugares, una planta que fertiliza la tierra al fijar el nitrógeno al suelo. Por su valor ornamental en muchos lugares se cultivan las diferentes variedades del tajinaste canario, con sus inflorescencias rojas del Tajinaste del Teide, las flores azules del tajinaste palmero o las blancas del tajinaste de Anaga entre otras.

La margarza o margarita de costa, está muy extendida por Japón, Estados Unidos, Australia o Nueva Zelanda.  También los verodes o bejeques están muy extendidos en todos lados y tienen "una aceptación tremenda" en Nueva Zelanda y en el caso de California, donde existen varias especies asilvestradas desde San Francisco hasta San Diego. Las afueras de Los Ángeles están llenos de verodes y las siemprevivas canarias también son muy populares en California. En total son unas 30 especies entre ornamentales y forrajeras.

Es curioso como nuestra flora está asociada a los lugares con más glamour del planeta, en la elitista Costa Azul Francesa o en la cinematográfica Holywood en California mientras que aquí nos dedicamos a traer flora exótica que amenaza nuestros ecosistemas. Y es que claro a las empresas españolas como FCC que cuidan nuestros jardines (que por lo visto nosotros ni para jardineros servimos) poco les importa nuestra identidad.

Pero quizás sabiendo que el resto del mundo aprecia nuestra flora más de lo que hacemos nosotros nos decidamos a cuidarla y valorarla un poco más, ... y es que desgraciadamente los pueblos que tienen baja autoestima buscan la validación en lo que dice el de afuera.

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