La flojera mata la ambición y la ambición mata la flojera.


La flojera mata la ambición y la ambición mata la flojera. Lo vi en Facebook hoy, en el muro de una amiga y me dije,... vamos a disparar.

Hace años cuando volví de Suiza a Canarias recuerdo que necesitaba imprimir no se que cosa y fuí a un locutorio en la calle Más de Gamindez. No recuerdo como surgió la conversación pero recuerdo preguntarle a una señora colombiana qué pensaba de los canarios. Gente muy flojita, me contestó. No le digo que no, y es que no le faltaba razón.

La flojera y la falta de ambición la cultivamos en Canarias hasta en la huerta y desde chinijo, que es más chico que chico. ¡Virgencita, virgencita que me quedé como estoy! ¿A donde vas tú? ¡Ese es un echado pa' lante!

Pero para que no me digan que soy yo solo, les voy a contar una cosa. Lo bueno de hacerte viejo es que te vuelves más pellejo, más enrevesado. Esa flojera, esa falta de ambición también la denunció el lanzaroteño Domingo Hernández Peña, que fue Profesor, consultor, escritor y doctor Honoris Causa por la Universidad Anhembi-Morumbi de São Paulo.

Domingo, ya retirado y posiblemente octogenario la soltó callando, así sin que se note, como hacen los viejos cuando sueltan una carga de profundidad. Y si la quieres coger la coges y si no la dejas. Para tí haces. Y la soltó en su conferencia en el año 2016. Pero primero amorosó el terreno. Dijo que "Y quiero tanto a los canarios porque fue con ellos - con ustedes - que compartí lo que pudo haber sido y no fue."... así pasándote la mano por el lomo antes de soltártela...

Y luego la soltó; "Tengo claro, ahora sí, que os quiero porque ustedes y yo compartimos, queriendo o sin querer, de una forma o de otra, la cultura de la insignificancia - la creencia de que lo pequeño era, o es, grande." y finalmente remató; "Esa cultura de la insignificancia, que tiene mucho que ver con nuestro complejo de inferioridad, es una de las causas que nos mantienen donde estamos. Quien se conforma con ser pequeño, o celebra la pequeñez, o no confía en sí mismo, no consigue superar la adversidad." Y si lo quieres coger lo coges y si no lo dejas... 

Básicamente - y con una enorme mano izquierda y una diplomacia exquisita, para no dar más de lo que un Yo débil es capaz de soportar - nos llamó flojos, mediocres y sin ninguna ambición..., pero la mayoría ni se dio cuenta. Y es que sembrar en tierra infértil es como llover sobre el Atlántico...

Hay muchas más joyas ocultas en esa conferencia que debería ser obligatoria en todos los institutos de Canarias. Pero te suelto otra. La conferencia tiene por título "El desconcierto canario" que es algo así como decirte que estás más perdido que un pulpo en un garaje,... pero más suave... más o menos lo mismo que dijo Manuel Alemán con lo de que el canario tiene la conciencia neblinada, allá por los años 80, incapaz de entender su realidad,.. y que yo, que soy más bruto que ninguno de ellos dos y mucho menos diplomático, digo que el canario tiene la cabeza llena de orines,.. a ver si lo pillan algunos que ya han pasado más de 40 años desde lo de Manuel Alemán y casi una década desde lo de Domingo.

De nada.

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