Decía
Alvin Toffler que los analfabetos del siglo XXI no serían aquellos que no sepan
leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender
y reaprender.
Nuestros
dirigentes llevan en primera línea política mas de veinte y treinta años, y no
se plantean dar paso a las nuevas generaciones. Tras cinco años de crisis
ininterrumpida, nuestro sistema político sigue en manos de aquellos que se
han caracterizado por su mediocridad, su ineficaz gestión de los
recursos públicos, su miopía estratégica y su incapacidad de implementar
soluciones.
Por
otra parte nuestros empresarios se ha hecho ricos en un mundo que ya no existe
ni va a volver a existir. Vivieron una fantasía caracterizada por burbujas
inmobiliarias, especulación del suelo y un gasto público descontrolado en
donde la ventaja competitiva era las relaciones con el poder. Tras cinco
años de crisis nuestro tejido productivo también sigue en manos de aquellos
que se han caracterizado por su incapacidad para competir o para
innovar. Han demostrado sobradamente que son incapaces de aprender, desaprender
y reaprender.
Políticos
y empresarios no entienden el entorno internacional y no son incapaces de
enfrentarse a el y proponer soluciones. Han vivido tanto tiempo en la mentira
que no reconocen la verdad. Tiempo de irse.
Canarias
no puede seguir en la parálisis permanente. Que cifra de paro es necesaria para
que se marchen ¿el 40%?, ¿el 60%?, ¿qué cifra de paro juvenil y miseria tiene
que alcanzar esta tierra para que se manden a mudar? No le roben más tiempo a esta sociedad.
Su tiempo ya pasó |
Se dice con frecuencia que la tercera generación hace desaparecer la
empresa, queriendo señalar que esta es la culpable, o la única culpable. Pero
como muestran diversos estudios, en la mayoría de los casos los problemas en el proceso de sucesión
vienen provocados por la segunda generación que trata de aferrarse al poder
e impide la renovación.
Pasados 25 o 30 años cualquier producto o
modelo de desarrollo debe ser cambiado por agotamiento u obsolescencia. Pero pasados
25 años el empresario difícilmente va a tener la misma fuerza de su juventud ni
el vigor suficiente para emprender un nuevo camino o poner en marcha nuevos
proyectos empresariales. Pasados 25-30 años coinciden en el tiempo la obsolescencia del producto y la decadencia
del directivo o dirigente.
Cuando el directivo tiene entre 60 y 65 años, con menos fuerza, menos
nuevas ideas y menos ganas de asumir riesgos, se debe acometer una
reorganización de la empresa envejecida y, además, hacerlo con una organización
directiva y de gestión también acostumbrada a la decadencia y sin renovar. La
falta de entrada de nuevos directivos jóvenes con capacidad de renovación y
reorientación, tiene como resultado que toda
la organización envejece y se entumece incapaz de enfrentarse a los cambios que
el nuevo entorno demanda. Lo mismo vale para las organizaciones políticas.
En realidad, es la lucha entre seguir en el poder o abdicar; la duda entre
actuar o permanecer inmóvil. Entre buscar la posible ruina de la empresa
permaneciendo a su frente hasta el último aliento, o dejar que sean otros
quienes en adelante la gestionen. Entre permitir que la organización
evolucione se adapte al nuevo entorno o condenarla al inmovilismo y la decadencia.
Cuanto
más se retrasa la sucesión y el cambio más oportunidades se pierde y
generalmente más se deteriora la posición financiera de la organización. Pasado
un cierto punto de no retorno, el
compromiso se hace imposible y solo la ruptura puede ofrecer una solución. O se
pone en la organización a alguien con liderazgo para asumir, planificar e
implementar todos los cambios que la empresa necesita, o lo que estás haciendo
es poner un gerente para que sustituya al que se va y que todo siga igual. Y
claro, eso no va. El nuevo líder tiene que hacer la organización a su mano y
cambiar todo lo que considere necesario para conseguir los objetivos fijados,
que es lo único que hay que pactar con el que se va.
La
clave de hacer que las cosas ocurran está en la acción y la acción es algo que
corresponde a los jóvenes porque va asociado a las etapas vitales de las
personas. Una persona de 60, 70 y 80 años simplemente no tiene el vigor de una
de 30 o de 40. Es por ello que la vieja
guardia es tan dañina porque paraliza la acción si no sabe entender cuál ha
de ser su nuevo papel.
En
nuestro anterior artículo comentábamos como la censura en China no se centraba
en los comentarios críticos o negativos, sino en aquellos comentarios que
estimulan la movilización social y la acción colectiva, independientemente de
su contenido. Dicho de otra forma no se trata de impedir la disidencia, sino
los esfuerzos para movilizar la acción colectiva. Trata de impedir la
acción.
En Canarias pasaba lo mismo, la represión se orienta principalmente a tratar
de impedir actividades colectivas que se estén produciendo o que puedan ocurrir
en el futuro. Se trata de impedir la acción en le mundo real y abortar
cualquier tipo de
organización y/o acción, que pueda dar una respuesta efectiva. Así de sencillo.
Pero
la gerontocracia en Canarias esta por todas partes, políticos eternos amarrados
al poder, partidos políticos que no han hecho un congreso en décadas,
asociaciones que no han renovado su directiva en siglos, empresas que son
incapaces de innovar o gestionar más allá de pedir subvenciones o hacer el
pasillo político. Todos ellos son culpables
del estancamiento de esta sociedad y dichas actitudes tienen su origen
antropológico en el colonialismo y en una concepción enfermiza y autocrática
del poder que busca controlar y aprovecharse en lugar de liderar.
La geriatri-revolución |
Nuestros dirigentes políticos y empresariales no se
plantean siquiera dar paso a las nuevas generaciones, lo que desmotiva a la
juventud, asfixia a la sociedad, condena a la emigración de nuestro mejor
capital humano en una acto suicida, roba oportunidades, aleja al ciudadano que
no se ve representado formas de hacer política o negocios propias de otras
épocas y condena a toda la sociedad al
estancamiento, la pérdida de competitividad y a la miseria económica y humana.
Canarias necesita una renovación completa. La única forma de que Canarias avance es que la gerontocracia
desaparezca, por las buenas o por las malas. Su tiempo ya pasó.
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Yo añadiria a las frases de aprender desaprender y reapreder entender, porque el colonizado esta tan anulado que es incapas de entender la situacion colonial que esta sufriendo, yo le e ablado y noto que se quedan con la mente en blanco, se asustan y no entiencen nada. Saludos y ANIMO.
ResponderEliminarNo es que no pueda entender es que no quiere, porque entenderlo implica pasar a la accion y no quieren por dos razones, 1- porque no saben como actuar 2- porque no tienen la autoestima suficiente para actuar
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