Yeray es un millenial con una camiseta del Che Guevara, tiene un trabajo precario y culpa al capitalismo y al heteropatriarcado de la opresión que hay en el mundo.
Curiosamente, como muchos millenials y gentes de izquierda, piensan que viven en un mundo ultraliberal, mientras que Andrés, el dueño de una cafetería de toda la vida en un barrio obrero de la capital de la isla, o Juan que tiene un pequeño taller de reparación de coches, viven asfixiados por la burocracia y las regulaciones.
Andrés ha terminado por vender su cafetería a los chinos, no porque no sepa llevar el negocio sino porque la burocracia lo asfixia mientras que a los chinos se les hace la vista gorda. Además los chinos no pagan impuestos durante cinco años, lo mismo que cualquier otro inmigrante. A los cinco años se traen a un primo y le traspasan el negocio, y siguen así sin pagar impuestos.
Poco a poco, se van quedando con áreas y sectores enteros expulsando al nativo. No solo llevan la distribución de los productos de chino, controlando todas las fases de la cadena de producción desde la fabricación hasta la comercialización, sino que cada vez tienen más cafeterías, peluquerías, etc...
Pero a Yeray, un millenial postmoderno, esto le parece fantástico. En la escuela le lavaron el cerebro diciendo que hay que ser solidarios con los de afuera, pero no le enseñaron a ser solidario primero con sus propios vecinos de la isla.
Yeray le oyó decir a su tío que antiguamente, en Canarias, uno se podía buscar la vida, iba al muelle compraba pescado o cualquier otra mercancía y la revendía por los barrios y los pueblos. Pero hoy eso ya no es posible, hoy necesitas licencia y permiso para todo, incluso para fregar suelos o trabajar de sereno (seguridad privada lo llaman ahora).
Yeray cree que la solución es regular los precios, poner precios máximos para evitar el abuso de los empresarios, ¡no hay derecho que cobren tanto! Yeray no entiende que cuando hay monopolios u oligopolios como en Canarias, los precios y el beneficio empresarial sube, y que la solución para eso no está en la regulación sino en la libertad, en la libre competencia. Pero como el cree que vive en un mundo ultraliberal, pues se opone a todo lo que suene a libertad de los demás mientras que para él mismo reclama toda la libertad. En el fondo lo que Yeray tiene es miedo e inseguridad en sus propias capacidades.
No es de extrañar, el sistema educativo en el que creció es una mierda que lo deja en inferioridad de condiciones. Pero en lugar de pedir que bajen el nivel debería esforzarse por mejorarse y formarse el mismo.
Yeray cree que la solución son las empresas públicas. Pero cuando el gobierno monopoliza la producción, la distribución y el empleo, ya no es el servidor de los ciudadanos sino el dueño de las personas. Yeray nunca estuvo en la Gomera de Casimiro Curbelo y todavía no lo entiende.
Yeray piensa que la culpa de todos los males del mundo es del heteropatriarcado opresor,..of course. En realidad no tiene ni puta idea de como funciona en realidad el poder, de como se implementa el poder ni de las verdaderas causas de la opresión, pero él se cree capacitado para dar su opinión...
Yeray piensa que la culpa de todos los males del mundo es del heteropatriarcado opresor,..of course. En realidad no tiene ni puta idea de como funciona en realidad el poder, de como se implementa el poder ni de las verdaderas causas de la opresión, pero él se cree capacitado para dar su opinión...
Además Yeray nunca leyó a Olivia Stone, una viajera inglesa que pasó por Canarias en el siglo XIX. Olivia escribió un libro titulado Tenerife y sus seis satélites, y en ese libro nos cuenta lo barato que vendían su loza y que debido a eso no era de "extrañar que habitantes de La Atalaya, a pesar de no pagar alquiler, se encuentren entre los más pobres de las islas".
Tampoco sabe Yeray que para vender su mercancía en Las Palmas, las atalayeras tenían que pagar un impuesto de entrada en la ciudad, en el fielato, y que el precio máximo al que podían vender su producto estaba regulado por ley. De esta forma explotaban el fruto del duro trabajo de las alfareras. En un mercado libre hubieran podido vender sus piezas más caras y tener un mayor nivel de vida.
Pero este no es el único precio que regulaban, George Glass un marino escoces que estuvo por Canarias en el siglo XVIII nos cuenta como las autoridades ponían precios máximos a todo, a la pesca, a la agricultura,...
Pero Yeray cree ingenuamente que cuando se regula, se regula buscando el bien común y el interés general del pueblo y no para el interés particular de oligarcas y políticos. Quizás Yeray debiera leer a Publio Cornelio Tacito, senador e historiador romano, que dijo aquello de "Cuanto más corrupto es el Estado, más leyes tiene"... pero como suprimieron filosofía y cualquier mención al trasnochado pensamiento clásico del currículum escolar, pues Yeray no ha tenido ocasión de leerlo.
Tampoco ha tenido ocasión de leer el Espíritu de las Leyes de Montesquieu ni La Ley de Frederick Bástiat, si lo hubiera hecho hubiera entendido que la ley se hace casi siempre para favorecer los intereses económicos y políticos de la élite.
Tampoco leyó a Foucault, entonces hubiera sabido que el poder no debe ser entendido como un sistema opresivo que somete desde las alturas, sino que se basa en lo que hace el oprimido que naturaliza el dominio y lo racionaliza La resignación que naturaliza lo malo que ocurre es la perfección del poder...
Yeray no leyó a ninguno de estos autores, en la escuela estaban muy ocupados enseñándole marxismo e ideología de género.
Como dijo Nelsón Madela, la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo,.... pero lo que no nos dijo es ni en que dirección ni a favor de que intereses...
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Soy incapaz de entender como Yeray, que es alguien que cree en una clase dominante económica en contra de lo que trata de vendernos el poder mediático y usted, que cree en una clase oligárquica canaria dominante en contra de lo que quiere vendernos el poder mediático, prefieren echarse mierda en pos de la continuidad del caciquismo en vez de unir fuerzas.
ResponderEliminarPorque Yeray se empeña en ir por el camino que no conduce a ninguna parte e ingenua e inconscientemente le hace el juego a esa clase dominante porque no entiende ni el sistema ni el mundo donde vive,.... y por eso quiere darle azúcar al diabetico, gluten al celiaco y curar el cancer con una aspirina
EliminarPD: Los milenials ya son padres. Los jóvenes de ahora somos generación Z.
ResponderEliminarya, de millenials para abajo, cosas del nefasto sistema educativo que padecemos desde hace decadas, muchas decadas
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