Tindaya y la persecución de lo nuestro

Cuentan los pastores que, en tiempos de Franco, la Guardia Civil subía a las montañas a destruir los grabados y yacimientos de los antiguos canarios. Por ello, muchas veces, los pastores los protegían y los protegen escondiéndolos.

Pero esta persecución viene de más antiguo; durante cientos de años la Inquisición persiguió todo lo relacionado con nuestra espiritualidad y nuestra cultura he hizo muy bien su trabajo, hasta tal punto que en Gran Canaria, donde estuvo su sede, se perdió la consciencia de que determinadas tradiciones venían de los antiguos como el "axunte" o "ajunte", una tradición que también se conserva en otras islas como en Tenerife, la diferencia es que allí si se tiene consciencia de que es una tradición de los antiguos.


Todo esto ha hecho que la memoria hoy en día se encuentre dispersa y celosamente guardada en núcleos familiares, o de otro tipo, reducidos. Es como un gran puzzle, aquí se guarda una cosa, allí otra, pero cuando la empiezas a conocer y a entender ves que las piezas se van juntado y "casan" unas con otras.

La persecución de lo nuestro, el genocidio cultural,  empezó tras la conquista cuando vestir de canario, hablar nuestra lengua en público, llevar determinadas armas o seguir determinadas tradiciones era motivo de que te pudieran esclavizar como pagano o encerrarte en las mazmorras de la Inquisición. Por eso los canarios nos llamamos tradicionalmente unos a otros "cristiano" públicamente como medida de protección. Por tanto cuando los viejos dicen, "eso no lo hace un cristiano" en realidad quiere decir eso no lo hace un (antiguo) canario. Es la forma disfrazada en la que nuestra moral antigua pudo pervivir.


El expolio y la prohibición cultural tiene muchos ejemplos, no solo fue la prohibición de los deportes tradicionales con palos que se siguieron practicando a escondidas o a la luz de la luna en las montañas, también se prohibió la lucha canaria en Telde en el año 1804 por el militar español  Fernando Zumbado y Palacio

Se prohibe todo juego de lucha, barra y demás, que sólo sirven para perjudicar la salud y aun causar la muerte, como ha sucedido a muchos.
Siendo tan perjudicial a la juventud y de toda persona la diversión bárbara de la lucha, juego prohibido por las leyes, se ordena que todo el que se atreva a usarla y se vea o sea delatado, por la primera vez, será condenado a que pague cuatro peones a favor de las obras de las cárceles y, si reincidiese, el doble y la multa que se tiviese a bien; y a todo el que se coja en la concurrencia fomentando y autorizando semejante desorden será castigado con la misma pena; y se advierte a los padres de los jóvenes que usan estos juegos bárbaros que intimen a sus hijos el no contravenir, pues ellos son los responsables y no se les oirá disculpa alguna. Asimismo se prohiben las bodas y fiestas de bailes, de la campana en adelante, como también la tocada de caracoles, quedando el que lo ejecute, sin licencia de la autoridad, sujeto irremisiblemente a la pena que se halla impuesta para la lucha
A los Capitanes Generales y demás militares españoles también tenemos que agradecerles que hallan reforestado nuestros montes con especies foráneas como pinos gallegos, piñoneros, carrascos y radiatas en lugar del pino canario. Que hallan introducido eucaliptus hasta en Aguagarcia, al lado de los viñátigos centenarios, en una de los reductos mejor conservados de bosque de laurisilva antiguo.

Pero si crees que esta persecución es cosa del pasado desengáñate. Tan solo tienes que mirar como ponen los vertederos al lado de los lugares sagrados, como profanan las montañas sagradas con antenas militares, de televisión o de Telefonía y como falsifican sistemáticamente y desde las Universidades canarias nuestra historia.

Ajodar, montaña de Galdar con las antenas
Almogaren de la montaña de las Tabaibas en Amurga, profanado con las malditas antenas

Cuando no es un vertedero encima o al lado, como en Lanzarote o Gran Canaria, es una machacadora que se come la montaña, o una cantera para extraer el picón, como en la montaña de Santidad en Telde, o la traquita o el uranio como en el caso del proyecto minero disfrazado de arte de Tindaya o de Tebeto.

Montaña de Santidad en Telde destrozada por una cantera para extraer picón

Catedral de los Canarios en Amurga, al lado le han metido una machacadora y un vertedero
Camiones yendo al vertedero de Amurga
Tindaya, montaña sagrada y la mayor concentración de podomorfos de todo el Norte de Africa, amenazada ahora por un vulgar proyecto minero con la firma de un artista

Sobre el lamentable estado de abandono de nuestro patrimonio arqueológico, etnográfico y cultural hablaremos en otra ocasión, pero yo me pregunto; si quieren áridos para la construcción yo me pregunto si tanto les cuesta traerlos del continente, el Marruecos está al lado y tiene áridos para aburrir ...


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